martes, 24 de julio de 2012

extincion animal cocodrilo del orinoco


El cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius) está en peligro crítico de extinción según la última revisión de la IUCN en 1996, lo que le convierte en uno de los más amenazados cocodrilos del Nuevo Mundo. 

De estos reptiles se ha calculado un declive de más del 80 % de ejemplares en tan solo 3 generaciones, además de la reducción del hábitat ocupado. Además se estima que actualmente la población adulta no supera los 250 individuos, y que además está sometida a un continuo declive y fragmentación. 

Hoy día en Colombia se considera casi extinto, mientras que sus hábitats principales en Venezuela se encuentran al Sur del Orinoco y en los estados Apure, Cojedes, Guárico y Portuguesa. 

Esperemos que 2 mil años de evolución no se queden en un simple recuerdo. 


CARACTERÍSTICAS 

El Cocodrilo del Orinoco, erróneamente llamado en ocasiones caimán del orinoco, ya que se trata de un cocodrilo, es uno de los de mayor tamaño en la familia Crocodylidae

Es un cocodrilo grande, que puede llegar a medir más de 6 metros de longitud. Actualmente, debido principalmente al problema de la caza, es raro ver ejemplares muy grandes, siendo lo normal ver ejemplares de 5 metros y 430 kg. como mucho. 
Las hembras, generalmente más pequeñas, miden 3 metros de media y pesan tan solo 200 kg. 

Sin embargo, por culpa de la caza excesiva que ha sufrido la especie, es difícil ver a un gran cocodrilo en la naturaleza. 

Su color puede sufrir variaciones con la edad, habiéndose descrito tres fases: 

-Mariposo: de color verde grisáceo con estrías dorsales de color negro. 

-Amarillo: es la coloración más común, con color ligeramente bronceado y áreas oscuras dispersas. El vientre es amarillo crema uniforme con manchas oscuras en la base de la cola 

-Negro: En realidad se trata de una coloración gris oscura casi uniforme. 

En todos los casos, los flancos son más claros, con bandas oscuras difusas a los lados de la cola. 

Su cuerpo está cubierto por hileras de escamas que tienden a sobresalir como si fueran gruesas espinas. El hocico es relativamente largo y estrecho, y ligeramente curvado hacia arriba. 

Este es un cocodrilo de agua dulce, aunque se le ha visto en la isla de Trinidad, por lo que se considera que tiene buena tolerancia a la salinidad. 

Del cocodrilo americano (Crocodylus acutus) (con el que le une una especiación simpátrida, coincidiendo en algunas zonas) se diferencia particularmente porque le falta la elevación preorbital, por el hocico más acentuado y más estrecho, porque la sínfisis mandibular se extiende hasta el sexto diente (en C. acutus sólo llega hasta el cuarto o el quinto), así como por las escamas simétricamente dispuestas en los cuartos traseros. 

En la estación seca los ejemplares se concentran en altas densidades en zonas más pequeñas, lo que facilita que los cacen. 

Los cocodrilos que viven en ríos más pequeños, que en la estación seca se convierten en pequeñas zonas inundadas interconectadas o aisladas, los cocodrilos estivan en madrigueras excavadas en la ribera del río. 

Se alimenta de peces, aves y mamíferos, principalmente de chigüires, lapas, aves, tortugas y babas. 

Hay que tener en cuenta la importancia de la especie, y que la conservación y aumento de las poblaciones de estos cocodrilos es importante para garantizar el equilibrio del río más emblemático de Venezuela. 

El nido que construye la hembra es realmente un hueco de 50 cm de fondo en la arena donde deposita los huevos. Después de terminada la puesta, que normalmente cuenta con entre 40 y 70 huevos, la hembra rellena el hueco con la tierra o arena. Así pues entierra sus huevos en zonas arenosas y en las riberas de los ríos al principio de la estación seca, entre Noviembre y Febrero. 


POBLACIÓN 

Actualmente la distribución y cantidad de ejemplares ha disminuido, quedando tan solo una pequeña muestra de lo que fue en el pasado. A principios del siglo XIX era un animal abundante, avistado con frecuencia y bajo fuerte presión de la caza (Medem 1983). 

Ya a principios ? mediados del siglo XX, entre los años 1930 y 1960, sus poblaciones disminuyeron bruscamente y desde entonces no han aumentado en forma significativa. Lo más seguro es que no lleguen a recuperarse en parte por el aumento de las poblaciones del caimán de anteojos (Caiman crocodylus o Caiman sclerops), también llamado cachirre, babilla o baba. Este caimán es para el cocodrilo sin duda un potencial competidor, y depredador de cocodrilos pequeños. 

Con respecto a las cifras, entre los años 70 y 80 se hizo un conteo a lo largo de más de 3.300 km a lo largo de la cuenca del río Orinoco, donde solo se observaron 273 caimanes, lo que les llevó a calcular una población total de 1.000 individuos (Goldshalk 1978, 1982, Groombridge 1982). 

Desde entonces se realizaron otros estudios en diferentes poblaciones a finales de los años 80, con los siguientes resultados para algunas de las poblaciones: 107 individuos en el río Tucupido, 200 en el río Cojedes, 150 en el río Sarare, 233 en el río Capanaparo y 68 en el río Caura. 

La última revisión de su situación por parte de la IUCN es de 1996, y por lo tanto no se dispone de muchos datos actualizados; la propia IUCN indica en su página que es necesaria una revisión de los datos. 


HÁBITAT Y ÁREA DE DISTRIBUCIÓN 

Es la única especie de cocodrilo cuya distribución está contenida en una cuenca hidrográfica 

Es natural de América del Sur, donde habita en la cuenca del río Orinoco en Colombia y Venezuela. 

En el pasado sus poblaciones se extendían a lo largo de la cuenca del río Orinoco en Colombia y Venezuela (Arteaga 1993), ocupando principalmente ríos de gran cauce y aguas turbias (Groombridge 1982); sin embargo, hoy en día permanece en la forma de un conjunto de poblaciones pequeñas y aisladas, y ubicadas fundamentalmente en hábitats marginales. 

En Venezuela su distribución anterior era amplia en las tierras bajas de la cuenca del Orinoco, fundamentalmente a lo largo de llanos y sabanas inundables, pero extendiéndose además hacia áreas boscosas del sur del país y hábitats adecuados hacia el piedemonte andino. En la actualidad está restringido a menos de 15 subpoblaciones dispersas en su área de distribución original (Thorbjarnarson & Hernández 1992). 


AMENAZAS 

Este cocodrilo ha sido cazado por el hombre excesivamente, llegando a ser amenazada su existencia en la naturaleza. 

Por ejemplo, en Venezuela se les encuentra en poblaciones aisladas donde el impacto humano es mínima. Aun así, están en peligro por la destrucción del hábitat, la recolección de huevos, la muerte accidental e intencional y la captura de animales para la venta. 

CAZA 
A finales de los años 20 se inició la explotación comercial del caimán del Orinoco, con el propósito de aprovechar su piel y venderla en el mercado peletero internacional. 

Algo más tarde, a mediados de los años 30, esta actividad estaba en pleno auge, y en San Fernando de Apure, centro del comercio de la especie, se vendían entre 3.000 y 4.000 pieles diarias, unas cifras totalmente insostenibles. 

Aunque la sobreexplotación de sus poblaciones llevó al colapso a la industria peletera a principio de los años 50, todavía son cazados, aunque en menor medida. 

PÉRDIDA HÁBITAT 
Actualmente, la principal amenaza para la especie es la destrucción del hábitat. La expansión de la agricultura, las actividades mineras, agrícolas e industriales, lo que conlleva la contaminación de sus aguas y la reducción del hábitat utilizable por la especie (son graves amenazas para una especie que ya está muy dañada. 

SAQUEO DE HUEVOS 
Adicionalmente, el saqueo de nidos para extraer los huevos con fines de subsistencia y la venta de caimanes recién nacidos a turistas, son actividades que cobran importancia como factores de riesgo, especialmente si se considera el tamaño reducido de las poblaciones actuales. 

REDES DE PESCA 
Por otra parte, algunos caimanes son atrapados accidentalmente en redes de pesca a las que son atraídos por los peces capturados. Si al momento de recoger las redes los caimanes aún se encuentran vivos, son generalmente ofrecidos para la venta, pero en caso de que mueran ahogados, son desollados y las pieles vendidas 

CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS 

Pero no solamente la vanidad humana juega en contra de esta especie, ya que la mortalidad de estos cocodrilos es muy alta, ya que más del 80 % de los nacidos no sobreviven debido a sus depredadores naturales, entre ellos el baba (Caiman crocodilus) quienes devoran a los cocodrilos juveniles. 
Hay cálculos que indican que sólo sobrevive un 5% de los huevos que pone a lo largo de su vida, llegando a vivir los ejemplares hasta 100 años. 


MEDIDAS DE CONSERVACIÓN 

Sin duda, son numerosos los esfuerzos que actualmente se están haciendo para preservar a esta especie, y es que desde la década de los 90, la crítica situación de esta especie en el país, activó, tanto por entes gubernamentales como el Ministerio del Ambiente, como de ONG´s ambientalistas, programas de conservación y cría en cautividad. A continuación comentamos algunos de ellos: 

PROTECCIÓN LEGAL 
El U.S. Fish & Wildlife Service o Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, cuya misión es trabajar con otros para preservar, proteger y mejorar la pesca, vida silvestre y plantas, y sus ecosistemas, lo tiene clasificado como amenazado desde 1970. 
La IUCN también lo tenía catalogado desde 1982 como en peligro de extinción, aunque desde 1996 está en peligro crítico 

Este cocodrilo está incluido en el Apéndice I del CITES. 

Además en Venezuela se encuentra bajo protección especial y su caza es ilegal, ya que forma parte de la Lista de Animales en Veda por tiempo indefinido según Resolución No. 95 MARNR del 28/11/79. 

Está legalmente protegido en Colombia, aunque esto no ha impedido la caza principalmente en el pasado. Aquí su situación es pobremente conocida. Sin embargo, Myriam Lugo de la Estación de Biología Tropical Roberto Franco y otros investigadores trabajan para el Ministerio de Medio Ambiente para llevar a cabo estudios de estos reptiles en Colombia. Y es que el último censo era de los años 70. 

ZONAS PROTEGIDAS 
El Parque Nacional Santos Luzardo, fundado en 1988, y el Refugio de Fauna Silvestre Caño Guaritico, Venezuela, creado en 1989, fueron ampliados para proteger hábitats importantes en la distribución del cocodrilo. 

Se les puede encontrar también en otras zonas protegidas 

CRÍA EN CAUTIVIDAD 

Además desde hace 20 años se realizan numerosos esfuerzos en diferentes centros para la cría en cautividad y posterior reintroducción de ejemplares, con el fin de contribuir con la recuperación de las poblaciones silvestres. 

El principal centro de cría se localiza en el Fundo Pecuario Masaguaral en Guárico, Venezuela, con capacidad para reproducir entre 150 y 200 juveniles al año (Arteaga 1993). Además hay varias asociaciones que apoyan esta labor como son FUDENA, Wildlife Conservation Society y el Venezuelan Smithsonian Project. También existen otros centros como el de Hato El Frío, con el apoyo de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle y la Agencia Española de Cooperación Internacional; la Universidad Experimental de Los Llanos Ezequiel Zamora, con apoyo de FUDENA (Ramo et al. 1992); y el Hato Puerto Miranda.. 

Además hay cría en cautividad de cocodrilos para su liberación al medio silvestre en la Estación de Bióloga Tropical Roberto Franco en Villavicencio. 

Gracias a estos esfuerzos, desde 1990 un número creciente de cocodrilos juveniles de los centros de cría han sido reintroducidos en las siguientes áreas protegidas: Refugio de Fauna Silvestre Caño Guaritico, Parque Nacional Santos Luzardo Cinaruco-Capanaparo y el Parque Nacional Aguaro-Guariquito. También han sido puestos en libertad un pequeño número de cocodrilos en tres ranchos provados (Hato El Frío, Hato Piero y Hato El Cedral) y en un reservorio (Tucupido). El número de ejemplares reintroducidos hasta 1994 ,alcanzaba los 1.214 individuos. Hasta el 2006, se han liberado más de 4 mil ejemplares en las zonas protegidas del Orinoco. 

El primer grupo de 31 jóvenes criados en cautividad fueron puestos el liberta en abril de 1990 en Hato El Frío. 

En estos lugares también se cuidan ejemplares recogidos de su medio natural, para alimentarlos y protegerlos hasta que cumplan un año de existencia. Llegado el momento son liberados en la cuenca del Orinoco, con una longitud de 80 centímetros a un metro, lo que los hace menos vulnerables a la depredación por parte de otros animales. 

Existe además un programa para recogida de huevos en los ríos Cojedes y Capanaparo. 

En Colombia se estudia la posibilidad de una futura explotación comercial de estos cocodrilos, pero a partir de ejemplares criados en cautividad. 

También se ha llevado a cabo un estudio de radio telemetría de cocodrilos en libertad en el río Capanaparo, y los resultados de este estudio sugieren que la reintroducción puede ser una solución viable para la más pronta recuperación de la especie. 

MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PROPUESTAS 
El Grupo de Especialistas de Crocodrílidos de Venezuela (GECV), reunidos en julio de 1993, elaboraron el ´Plan de Acción: Supervivencia del Caimán del Orinoco´, que recoge el conjunto de actividades necesarias para la conservación de esta especie. Además, se identificó que es prioritario actuar en estas cinco áreas principalmente: 

-Poblaciones silvestres y su hábitat 

-Cría en cautiverio 

-Reintroducción, repoblación y seguimiento 

-Educación ambiental y participación comunitaria 

-Guardería ambiental 


También existen pues una serie de recomendaciones para ayudar a la especie, destacando las siguientes: 

- Evaluar el estado actual de las poblaciones silvestres y su hábitat 

-Identificar y proteger áreas que contienen poblaciones viables 

-Promover el establecimiento de áreas protegidas en terrenos privados, 

-Promover más a fondo estudios sobre la ecología 

-Optimizar el funcionamiento de los centros de cría en cautividad y establecer una estrategia a largo plazo para la reintroducción 

-Promover la educación ambiental y la participación de la comunidaden estos programas 

-Fortalecer la cooperación interinstitucional y la coordinación de los trabajos 

OTRAS MEDIDAS 

En numerosas ocasiones, cuando los pecadores han capturado a ejemplares jóvenes y los han intentado vender, se les ha confiscado para custodiarlos en las granjas. 

También sería necesario establecer otras medidas como las de comprobar el estado de las poblaciones de Colombia, reiniciar los trabajos en el Parque Nacional Cinaruco-Capanaparo, Venezuela tras los disturbios civiles que han provocado el cese de las investigaciones y las actividades de conservación en el parque, o realizar el seguimiento de las poblaciones de cocodrilos criados en cautividad y puestos en libertad en Venezuela para hacer un seguimiento de los ejemplares criados en cautividad y puestos en libertad para evaluar la eficacia de las liberaciones como técnica de conservacion



FRIAS SERRANO FRANKY